For my Spanish-speaking readers / para mis lectores hispanohablantes:
En 2012, publiqué, en un capítulo del libro “La guerra fría cultural en América Latina,” editado por Benedetta Calandra y Marina Franco y publicado por Biblos, una interpretación del Congreso por la Libertad de la Cultura en América Latina. El libro puede ser algo difícil de encontrar, pero durante mi visita reciente a Argentina, encontré a varios que me conocían por haberlo leído. (En caso de interés, también puedo enviar una copia electrónica del ensayo.) Existen planes para traducir “Neither Peace nor Freedom,” pero quien sabe cuanto tiempo eso podría tardar. Mientras tanto, pueden leer el párrafo inicial de este artículo, “El imperialismo de la libertad”:
Durante la primera conferencia que organizó el Congreso por la Libertad de la Cultura en Santiago, Chile, en 1954, el poeta uruguayo Roberto Ibáñez ofreció un brindis “por el único imperialismo que yo reconozco: la libertad.” Ibáñez estaba al tanto, sin duda, de la paradójica inversión de supuestos que entrañaba su ingeniosa frase. ¿Acaso no era el imperialismo, en sí mismo, una negación de la libertad? De lo que no estaba tan al tanto era, seguramente, de que el Congreso por la Libertad de la Cultura, la organización internacional de intelectuales contra el totalitarismo más importante de la Guerra Fría, era financiado de forma encubierta por el gobierno estadounidense. Dicho desconocimiento no hacía sino agudizar la contradicción implícita en su frase. “El imperialismo de la libertad”, aunque no acuñado con esa intención, resulta un elocuente epítome de la política de la organización por la que brindaba.